Descripción
La fe que activa milagros Ps Gerardo Aristizábal. Entender que al escuchar la Palabra de Dios, es algo poderoso porque es eterna, todo pasará pero la bendita Palabra de Dios permanece para siempre (Mateo 5:18), además su Palabra no regresa nunca vacía, sino que hace el efecto para el cual se ha enviado (Isaías 55:11). Quizás tú has estado oprimido, o con una fe en realidad muy baja y sin esperanza porque has tenido alguna enfermedad por muchos años, y los médicos o la ciencia, que son limitados han determinado que no serás sano, y quizás te han dicho que tendrás que acostumbrarte a tu enfermedad, y por ello te encuentras sin esperanza. Quizás no es una enfermedad lo que te aqueja, sino una dificultad financiera, y todo esto lo único que te ha traído es desesperación, y has tenido que pasar momentos de desierto, y es allí justamente donde el diablo es experto para hablarnos; cuando el Señor Jesucristo estuvo en el desierto, satanás se atrevió a hablarle y a tentarle, pero Jesús todo el tiempo lo confrontaba con la Palabra, y así tuvo que salir espantado.
En momentos de dificultad tú tienes que elegir escuchar la voz de Dios, escudriñar con más ahínco la Palabra del Señor, porque es ahí donde podrás comprobar que después de ese desierto, viene para ti una tierra prometida. En ocasiones algunos aducen que por tantos problemas que ha tenido que afrontar ya su fe se acabó, pero el simple hecho de que estés leyendo esta conferencia, demuestra que en ti todavía hay fe y esperanza, por eso te animo a seguir adelante porque quien tiene la última palabra es el Señor Jesucristo, y Él quiere no solamente salvarte, sino sanarte y liberarte, de todo aquello que te tenga oprimido(a), ¡la última palabra la tiene el Señor! Y Él siempre tiene para ti lo mejor. El cojo fue sanado porque aunque no podía caminar, escuchó con fe en su corazón. Quizás ya hayas escuchado o probado muchas cosas y aún no has encontrado solución para tu problema o enfermedad, pero hoy, estás leyendo respecto de Jesús de Nazaret, Aquel que venció hasta la misma muerte, ¿será que hay algo difícil para Dios? La Palabra afirma que nada hay imposible para Él (Lucas 1:37). El profeta desde el Antiguo Testamento nos enseña esto (Jeremías 32:27). ¡Nada es difícil para Él!, pero es necesario creerlo de todo el corazón.
1. Asume desafíos de fe. Has todo aquello que creías no podías hacer, y fortalécete con esta palabra que hoy Dios te está dando, cancela toda palabra natural que te haya hecho creer que nada puedes o que ya tu enfermedad no tiene cura. Allí donde estás leyendo créelo y recibe tu milagro, porque es necesario que te desafíes a creer. Dios no quiere traer sanidades o soluciones pasajeras a tu vida, Él quiere hacerlo todo de forma definitiva, pero espera que tu compromiso con Él, igualmente sea definitivo y no con una motivación incorrecta, de manera que al recibir tu sanidad, vuelvas de nuevo a las cosas del mundo, al pecado y no te acuerdes más de Él. Dios espera que al tomar la decisión de nacer de nuevo en Jesús, nunca más vuelvas atrás. Hoy declaro que todo impedimento físico de tu vida sale, y vas a ser libre del rencor o el resentimiento, aún de pensamientos de suicidio.
2. Mostrar la fe. Este hombre del relato al recibir su milagro, no lo pensó dos veces, sino que saltó y anduvo mostrando a otros su sanidad, Tú no debes dudar ni un minuto de cuántas cosas quiere hacer el Señor, porque así como te quiere sanar, salvar y dar gozo, también te quiere hacer libre; pero es necesario que muestres tu fe, no solamente para actuar, sino también para dar a otros el testimonio de tu sanidad, porque este se convierte en la semilla para el milagro de otros, porque Dios al sanarte quiere que cuentes a otros y así, aquellos que no sabían nada de Él, hoy le puedan conocer a través de tu milagro, y al igual para quienes aunque le conocen pero estaban vacilantes, hoy por tu testimonio puedan crecer en su fe. Pablo no le habló a este hombre en tono bajo, sino que le grito delante de todos, que se parara en el nombre de Jesús, de esa forma muchos creyeron en el poder de Dios, es la razón por la cual tú no te puedes callar de los milagros que hoy Dios va a hacer contigo.
Conclusión. Hoy es tiempo de milagros, pero es necesario que actives tu fe, y hagas lo que hasta ahora no podías, porque el Dios de ese entonces, es el mismo de hoy. Y si tú lo crees, díselo de todo su corazón y recibe ahora mismo tu milagro. ¡Amén!
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Categories: Jóvenes, Mensajes
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